11 marzo, 2012

Ximena Escalante (México, 1964)



Fedra y otras griegas.( Fragmento)

ARIADNA:¿Cosas de mí? Mírame: esto soy. Ésta es mi cabeza, ¿sabes qué es la cabeza?: Es un órgano que todo el tiempo hace un ruido insoportable. Seguramente crees que sirve para pensar, pero no, no creas eso, no sirve para pensar, sirve para hacer ruido.Éste es el corazón, ¿sabes lo que es el corazón? ¿Sabes qué es un órgano que palpitaSu constante ta ta ta me recuerda que estoy viva, porque a veces se me olvida, ¿a ti no? Es horroroso tener en el cuerpo órganos que hacen ruido y que laten. Éstas son mis manos, tienen amnesia, no saben qué hacer. Éste es mi pecho, uno y dos, está dividido. No funciona, no sé porqué lo tengo. El estómago está deshecho, sí, se apretó tanto que reventó. Éste es mi sexo, me imagino que sabes muy bien las incomodidades que ocasiona, a mí, por ejemplo,me traiciona. Bueno, las piernas y los pies sostienen todo. Mi lengua, ácida. Y ya, no sirvo. No sirvo porque, además de todo, tengo un dolor insoportable. ¿A ti te duele?,¿Alguna vez has sentido sentimiento de sentir? Si crees que es algo que viene y se va, estás equivocado, porque no es así, el dolor ni viene ni se va, está siempre. Naces con él. Lo tienes. Puedes creer que sientes dolor por una pérdida, o puedes creer que sientes dolor por un abandono, o puedes creer que sientes dolor por no ser capaz de cambiar las cosas, por no ser capaz de partir en minúsculos pedacitos tu desgracia. Pero no, no es así. Una vez que sientes el dolor, ya no importan las razones, lo sientes, puedes ponerle los nombres que quieras, pero el dolor está y punto.

¿En dónde está la fe que tanto me juraste?¿Dejarás que muera llorando en vano y suplicando ayuda, yo que en ti confié? No quieres responderme.

Déjame morir. ¿Qué puede confortarme en este gran martirio? Déjame morir. Sí, te quiero llamar mío, porque mío eres. Aunque me esquives. Te quiero llamar mío porque mío eres.

Minutos, sólo puedes darme minutos. No das, no compartes más que minutos. Los minutos no son nada. Se van. Observa, escucha cómo pasan los minutos. No son nada. Y eso es lo que tú quieres darme: nadaPara darme nada mejor vete.

No puedo evitarlo, te deseo lo peorLo siento, me gustaría verte llorar. No me atrevo a pronunciar las palabras que me revuelven el estómago. No puedo explicarte lo que siento. No sé por qué, pero no sabes cómo me gustaría verte retorcer de dolor en el suelo. Y así te daría patadas.

¿Qué digo? No, no soy yo quien habla. Habla mi afán, habla mi dolor, habla mi lengua, no mi corazón.

Ariadna. Estás abandonada. Estás sola. No soportas la vida. Cargas sobre tu cuerpo un peso que no aguantas. Cuántas vueltas das a tu pasado. No puedes olvidar. No puedes perdonar. Cómo insistes en abrir la herida. No hay nada que hacer. Ariadna, qué sola estas, abandonada aquí, en Naxos, tu oscuro laberinto.

No hay comentarios.:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...