01 junio, 2012

Marina Esther Traveso —nuestra Niní Marshall— nacía un 1 de junio de 1903

TEXTO DE NINÌ MARSHALL: CATITA


Catita:-¡As noches!...Seré curiosa:¿me empresta el teléfono, si no le es molestia? Permiso. Viá llamar a mi novio (Marca),a ver si desde aquí tengo más suerte, porque hace una semana que no consigo comunicarme.¡¡¡Hola!!!¿Con quién hablo?...¡El señor Benedito Provolone,si me hace el osequio...De parte de Catalina Pizzafrola a sus pieses..desde hoy una amiga más...¡Se cortó!(Cuelga)¡Como andan estos artefatos!...(Marca)A ver si lo pesco en el garage...(Tararea una cancioncita)¡Hola!¿El senior Provolone?...La novia le habla...¿Qué se fue al estranjero?...¿Pero a cuál estranjero?¿A uno cerca o al más estranjero de todos? ¿Ande se fue?¿Lo qué?¡Allí va usté,grosero!...(Cuelga)¡Hay cada uno má de cuatro!¡Es enútil! ...no me puedo comunicar con él.Desde el domingo,que me envitó a estrenar la camioneta que acaba de comprar,inoro su esistencia!.
Me invitó a dar un paseo, y lo pasamos ragio, porque me se coló toda la familia asi que en lugar de cargar sólo conmigo, tuvo que cargar con el cuerpo humano de mi amá, los cuerpo humano de los chicos y el cuerpo humano del perro. Y, si, no lo íbamos a dejar,porque tenemo un perro guardián que cuando se queda solo,se muere de miedo,¡pobrecito!¡Total que contando el perro y la gallina,éramos diecisiete pasajeros en la camioneta!...
Si,a la batarasa también la llevamo,pa que se distrajiera,porque anda tan triste con la muerte de Gardel...¡Sa,con la muerte del gallo,que le pusimo gardel,porque cantaba que era la locura!...¡Y claro,la batarasa lo estrania!...¡Cuando el gallo falleció,ella se enfermó con una fiebre,que hasta ponía los güevos fritos,de la fiebre que tenía!.Buá,siguiendo con el paseo...La primera que subió fue mi amá.Pa entrarla hubo que sacarle la puerta a la camioneta,porque mi amá pesa ciento ochenta kilo,y de los kilos más pesados. Sa,no puede adergazar,a pesar de la indicación del dotor,de que coma bife con ensalada p´adergazar...¡Y eso que la sigue con una costancia!...A la maniana,se toma su jugo de cirgüela,su café con leche,pan y manteca,su fatura con marmelada,y encima su bife con ensalada p´adergazar...Al almuerzo,se come su cacho de bondiola,sus ravioles al tuco,su estofado con papas,su queso,su fruta y encima,su bife con ensalada p´adergazar.A la tarde, se manda su chocolate con crema,sus pasteles de durce,sus masitas surtidas y encima,su bife con ensalada p´adergazar...Y a la noche¡a la noche está que revienta!...¡Pero no adergaza!...¡Así que entró a los rempujones en la camioneta,y al sentarse,le dejó un ujero en el asiento,que parecía una palangana!...
Enseguiga metimo la gallina.Al entrar se espantó un poco...y empezó a cacariar como una loca...y enllenó el coche de plumas y de cacareos...pero en cuanto agarró confianza,se posó en el hombro de mi novio,y empezó a picotiarle el ojo...¡Porque es de cariniosa!... Tras la gallina metimo al perro,que de contento,se puso al lamberle el cogote a Benedito¡Con un entusiasmo!...
Buá,enseguida entramo a los chicos...¡El bochinche que hicieron!...porque se peliaban por las ventanillas,subiendo y abajando los vidrios,hasta que mi amá se cansó, y pa darles una leción,de cuatro punietazos acabó con los vidrios..."Ahí está-dijo-¡Ahora no hay vidrios pa ninguno!"Entonces Benedito,que es muy fino, le dice:" Señora¿porqué no me rompe el parabrisa tamién,asi nos entra más fresco?".¡Y claro,le dió bronca,porque está tan orgulloso con su camioneta!...
¡Y que la tiene adornada como pa una kermese!
Adelante,en el capote,le ha puesto la estuata de un tal Mercurio,que era un prócer,que usaba botines con alas,y que está asi:en atitú de pegar un volido(Pose).A los costados,dos banderitas;atrás,una cortina con fleco;adentro,cuatro floreros con flores de papel;en el parabrisa,cinco calcamunías pegadas;corgando,de mascota,sus botines de fútbol;y encima del espejo,el retraso de casamiento de los padres.
Buá,por fin arrancamo...Las primeras cuadras,las hicimos con bastante carma porque con la novedá,los chicos iban entretenidos,uno le escribía en el techo,otro le rascaba la pintura, otro le arrancaba los flecos,otro le escupía en el cenicero...¡Amorosos estaban!... El pedrito agarró el plumero,y le hizo una limpieza a la camioneta,que no le dejó un ujero sin urgar,porque hasta las orejas de Benedito le plumerió...¡tesoro!...
Pero al rato empezaron a ponerse pegajosos.El más chiquito,Canalito,se largó a llorar a los gritos,tanto que mi amá no tuvo más remedio que darle...el busto...Si,porque mi amá lo alimenta personalmente...Y,tiene ocho meses...Es el hijo número trece...Por eso le puso Canal de nombre...Trece hijos tiene mi amá..."¡Ay-como yo le digo-¡Basta vieja!" Pero me dice:"Y,Dios me los manda"."¡Si,Dios se los manda,pero usté también,no lo ponga en el compromiso!".
Buá,por fin se calmó Canalito,y empieza a ladrar el perro...¿endivinen por qué?...Porque vió pasar un perro de policía...que es la ilusión de él:ser perro de policía...pero no podemo costiarle los estudio...Todo lo que sabe hacer,es pararse en dos patas,que le enseniamo nosotros,y pararse en tres que lo hace por su cuenta,como cualquier perro... ¡Buá,a todo esto,la mafalda,abriendo y cerrando una puerta,le agarra una oreja al perro! ¡Desgracia humana!...(A uno)¿Lo qué?¿Si perdió la oreja?¡No!¡No la perdió!...Filimente la encontramo arriba´e la alfombra!...Pero buscándola,el Nicola saca la cabeza por la ventanilla,y le pasa raspando un ónibus,que casi se la lleva!...
¡Miren si se queda sin cabeza pa toda la vida!...
¡Suerte que Benedito hizo una mañobra que lo salvó,pero con la mañobra,los estrellamo contra el cordón de la vereda!...
¡Ay mi amá!...¡se tumbó pa un costado que no había forma de volverla a sentar!Recién cuando el Poroto,en un descuido de Benedito,torció el volante y los estrellamo contra el otro cordón,se enderezó mi amá.
L´único que en el entrevero,aplastó a la gallina que del susto puso un güevo prematuro,que le dicen...sin cáscara...y claro,se le derramó en la tapicería...¡Qué pena!...¡Al precio que están los güevos!...¡Ah,pero el que los dió el gran susto fue el Mingo!... Resurta que todo el tiempo se lo pasó jugando a tocar la bocina,a escuenderse,¿no?...Cuando en una de esas,Benedito distraído agarra un martillo,y sin querer le encaja un martillazo en la mano y le machuca los dedos...(A Uno)¡Si,sin querer!...¡Fue una desgracia!...¡Pobre Mingo!...
Pero bien mirado,fue una desgracia con suerte,porque se sosegaron todos como por arte de mágica...Hasta el perro,que no había parado de ladrar todo el camino,se sentó como un angel, a rascarse sus insetos...
Entonces mi amá,aprovechó la tranquilidá,p´abrir la canastra y hacer un pini...(A Uno)¡Si, un pini adentro de la camioneta,porque era la hora de la merienda,y Benedito ya estaba verde de la dibilidá!(A Uno)¿Lo qué?¿Qué como quedó la camioneta después del pini?Perfeta, porque los güesos y las cáscaras,las escuendimo abajo´e la alfombra,y bebidas no quedaron, porque las que no se tomaron,se derramaron y las lambió el perro,asi que todo quedó perfeto. ¡Regio estuvo el paseo!¡Regio!...¡¡Y Benedito se quedó encantado!!
Pero yo no sé...Desde ese dia,no le he vuelto a ver el pelo...y cada vez que lo llamó,me dicen que no está,que se fue la China...una atitú tan rara...que no se que pensar...Quizás se desilusionó porque me cambié el peinado, o haberá otra mujer intersetando la senda de nuestro amor.
¡Vaya a a saber!...¡Los hombres son tan incostantes!...


“Mi vida no es más que la de una señora de su casa que se hizo la graciosa. Así es como quiero que me recuerden.


La llamaban Marinita o Ninita. Se llamaba Marina Esther Traverso. La conocimos como Niní Marshall. Si hubo alguna mujer que captó el absurdo y se rió con él, fue justamente esta mujer. Era minuciosa, seguía el curso del disparate como una cazadora paciente, hasta que lo atrapaba y lo mostraba.
Era bajita y perfecta, y aunque de grande se escudaba en una timidez hermética, de chica había sido un demonio feliz y resuelto. Sólo perdía la timidez cuando encarnaba alguno de los personajes, se caracterizaba como ellos y hablaba por su boca, sólo ahí era capaz de exponerse. Quién no recuerda a Cándida Loureiro Ramallada o a Catita, “Catalina Pizzafrola Langanuzzo, a sus pieses… desde hoy una amiga más…” y caricaturas de criadas, cantantes, ancianas, chicos, bailarinas, pitucas. Escribía sus guiones en un block borrador Coloso y ensayaba morisquetas frente al espejo….


Marina Traverso llega a ser Niní.


Laura Linares, en el libro “Mujeres Argentinas” escribió una breve biografía. Allí nos dice que Marina era una mujer aplicada, ordenada, y obsesivamente prolija (le ponía funda a los libros y a los muebles) y usaba delantal con volados para cocinar como correspondía a una señora de los años 30, pero el destino quiso que el mundo le hiciera gracia y eso era una condición temible para una mujer de esa época como ella….
Niní nació en 1903 cuando nadie la esperaba, era la hija menor de seis hermanos. Su madre. Ángela, fue un modelo fascinante para ella. Ángela era muy joven cuando se quedó sola y su espíritu alegre y festivo la llevaba a organizar fiestas en las que ella se disfrazaba y disfrazaba a sus hijos para representar historias y cantar zarzuelas para sus parientes y amigos. “Tertulias cómico-musicales” las llamaba. Niní siempre decía que esa fue la mejor parte de su vida. Cuando apenas había terminado el colegio llegó el primer gran amor de Marina, un apuesto ingeniero nacido en Rusia y educado en Alemania que casi podía ser su padre, Felipe Edelman. Corrían los años 20 y Niní se casó y se instaló en La Pampa donde su marido tenía trabajo. Allí armó una casita de postal, quedó embarazada y era feliz. Viajó a Bs. As tener a su bebé. Tuvo un parto terrible, pero la nena nació sana y la llamó Ángela…. como su madre, quien murió dos meses después de nacida su nieta. Cuando se repuso volvió a su casita de muñecas en La Pampa se enteró que su casa estaba embargada, que su marido era jugador compulsivo y que había perdido absolutamente todo.
Se divorció, y con una niña a su cargo volvió a Buenos Aires. Necesitaba ganar dinero para las dos o resignarse a que sus hermanos la mantuvieran. Entonces es cuando un amigo le ofrece colaborar en una revista de chismes sobre la radio (la revista “Sintonía” la mayor revista de espectáculos de los años 30.) con algunos comentarios como oyente. Ella aceptó, empezó con una educada y ocurrente columna que se llamaba Alfilerazos con el seudónimo Mitzi. Ella misma ilustraba su columna con dibujos humorísticos. Le gustaba pintar y también cantar…
A esto último sí que le sacó provecho. Se presentó a un concurso para nuevos valores del éter en el programa radial “La Voz del Aire”, en 1934, como la “cancionista Ivonne D’Arcy cantante internacional en cinco idiomas” -que todo lo imitaba y que todo lo cantaba- y ganó. Este personaje, con un rótulo cursi, le permitió modelar el oficio de la genial imitadora y descubrir los recursos que le ofrecía la radio. Nunca cobró un peso de los 400 que había ganado, pero se sintió en carrera y logró cantar en varias emisoras.
Había tenido que dejar a su hija con mucha culpa a una de sus hermanas hasta tanto pudiera tener un lugar donde vivir con ella. Y ese fue el momento, alquiló un cuarto en una pensión y con su hijita se divirtieron jugando como dos criaturas en ese cuarto. Ganaba poco pero lo suficiente como para ser feliz.
Tenía por entonces veintitantos años y era enamoradiza, llegó Marcelo Salcedo, un contador paraguayo bastante mayor que ella y quien le inspiró su apellido artístico. Mar por Marcelo y sal por Salcedo. Con una h y una l que alguien incorporó por ahí, nació Niní Marshall. Por entonces se sentía más en confianza con sus compañeros y hacía chistes imitando a la mucama gallega de su infancia… así empezó todo.
En sus verdaderos sueños se veía como actriz dramática, suerte que no lo intentó. Y el azar quiso que abandonara el canto de soprano para hacer una publicidad con un personaje que resultó ser luego Cándida.


CATITA




El dueño de las tiendas La Piedad, le pidió a Niní un personaje para promocionar su negocio que resultó ser Catita. Cuentan sus memorias, aparecidas en 1985, que la fuente de inspiración para la composición de Catita fueron las chicas que se juntaban en la puerta de la radio a la espera de Juan Carlos Thorry, por entonces su compañero en ese medio.
“Eran muchachas chismosas, encantadoras y meteretas. Catita deja su ignorancia de manifiesto cuando pregunta: “¿lo qué?” y tiene actitud de ‘sabelotodo’. Sin embargo, es una mujer solidaria, “no es mala” dijo Niní, “es criticona, y al criticar dice maldades”.
Para elaborar a Catita recurrió a las fuentes, por eso se paseaba en colectivo, iba de compras a los mercados especialmente para encontrarse a una de esas chicas, que luego las seguía incluso hasta la casa.
En 1938, Manuel Romero, un famoso director cinematográfico, entendió que aquella señora que se iba haciendo popular por la radio, podía tener futuro en el cine. De este modo fue como se eligió a “Catita” para encarnar a una de las “Mujeres que trabajan”, su debut cinematográfico que resultó un gran éxito de taquilla.
Juan Carlos Thorry era el partenaire ideal para Niní. Reconoció en ella un talento inusual y al poco tiempo estaban haciendo además del programa radial, presentaciones los fines de semana en los cines de barrio como número vivo. Luego siguieron por las principales salas de las provincias y saltaron a giras más allá de la frontera. Thorry se hacía cargo de manejar el sueldo de Niní porque sabía cómo eran los empresarios con la gente inexperta.
Su talento para reproducir los rasgos del habla de diferentes sectores sociales o colectividades fue un aporte no sólo para el humor, sino también para la investigación filológica. Pero estos valores fueron juzgados como “una deformación del idioma” que ponía en riesgo la pureza de la lengua “para el pueblo que no tiene capacidad de discernir”, según enunciaron los funcionarios -de mentes muy estrechas- del golpe de Estado del 4 de junio de 1943.
Como dijo una vez un crítico “prefirió el autoexilio a reinar censurada”, entonces se dirigió rumbo a México, en donde siguió trabajando en radio y en cine, deslumbrando no sólo al público mexicano, sino también al cubano, al español y al de los barrios latinos de Nueva York. En esa época se divorció de un marido que no pudo dejar sus propios asuntos de Buenos Aires.
En 1952 se casa por tercera vez con Carmelo Santiago.
Carmelo Santiago ya no era grande, ni alto ni bello, era bajito y feo y de su misma edad, era productor y con él podía divertirse, viajar y tener complicidades (”As noches… llegaron los enanitos”, decía cuando llegaban a una fiesta…). Permaneció en México hasta 1955, año en que regresa e inmediatamente vuelve a ubicarse entre las grandes figuras, aunque su carrera, no deslumbró como antes. Luego de 16 años de matrimonio, el tal Carmelo la engañó con una principiante 30 años menor y entonces Niní, se divorció por tercera vez, en 1968.
En 1973 debutó en la temporada marplatense –de la mano de Lino Patalano- con “…Y se nos fue redepente”, un espectáculo de café concert que ha sido considerado como uno de los máximos exponentes del humor negro en la Argentina. En él, alternaban en escena todas sus creaciones con motivo del funeral de Don Pascual, el zapatero del barrio. Llegó a las 800 representaciones, un programa especial en Canal 13, junto a Carlos Perciavalle y un disco en la compañía CBS.
En aquel espectáculo se cambiaba seis veces por función con vestuario y maquillaje diseñados por ella misma, durante tres años y 1500 representaciones por todo el país.
Luego de ser la figura estelar de varios programas televisivos y de una despedida escénica en 1981, en 1983 decidió retirarse. Dos años más tarde, recopiló sus recuerdos y experiencias en un libro: “Mis memorias”. Sólo en el ’88 apareció fugazmente en televisión para el ciclo de Antonio Gasalla.
A partir de ese entonces se sucedieron numerosos homenajes, como cuando fue nombrada Ciudadana Ilustre, en 1989, por el gobierno del Partido Justicialista de la Municipalidad de Buenos Aires, como una actitud que apuntaba al desagravio por la censura ejercida cuatro décadas atrás. El reconocimiento de sus pares llegó en 1992 con el Premio Podestá, otorgado por la Asociación Argentina de Actores.
Con producción de Lino Patalano, se creó el espectáculo “Nini”, en 1995, con Marilú Marini de protagonista. Llegó a ver el estreno, y lloró una vez más. Esta obra era un homenaje a ella y a sus personajes. Niní pensó que era un disparate pero finalmente autorizó a que se haga, pero no entendía a quién podía interesarle esa obra… Fue un éxito total en Buenos Aires y en París, poco después en 1995 cuando no era más que una silueta mínima de una frágil muñeca, murió como si se evaporara.
El último gran homenaje se realizó, con el auspicio oficial del gobierno de la ciudad de Buenos Aires el 25 de junio de 1997, con motivo de la presentación de un libro dedicado a la actriz y sus personajes “Niní Marshall, la máscara prodigiosa”, realizado por Susana Degoy, su sobrina nieta. Su presentación fue una ceremonia presidida por el titular del gobierno de la ciudad en quel momento, Fernando De la Rúa, la autora de la obra, Ángeles -la hija de Niní -, el actor Carlos Gamallo –su nieto-, y numerosos artístas y personalidades de la cultura y la política.
Hubo muchos personajes de Niní…


CÁNDIDA
En 1935, Pipita Cano conducía El chalet de Pipita y le propuso a Niní que hiciera de mucama gallega en su programa ya que la había escuchado cuando jugaba con sus compañeros.
Aceptó, ella escribía sus propios libretos porque debía introducir avisos.
Fue un boom. Otro empresario le propuso un micro de cinco minutos en Radio El Mundo para promocionar sus jabones dentro de un ciclo conducido por Juan Carlos Thorry y aunque al director de la radio le pareció un disparate que una mujer escribiera el libreto tuvo que aceptar porque el empresario estaba dispuesto a irse a otra emisora.
Fue un éxito total, de un micro de cinco minutos pasó rápidamente a un programa de media hora.


DOÑA POLA
Una simpática anciana judía. Es la dueña de la tienda “Los 3 hemisferios” y que aprovecha cualquier ocasión para hacerle publicidad.


MÓNICA BEDOYA HUEYO PICOS PARDOS DE UNZUÉ CROSTÓN.
Insoportable mujer llena de modismos y costumbres aristocratizantes. Atrapada por la sociedad de consumo rechaza todo lo común.
Con la “bienuda” de Barrio Norte incorpora nuevos códigos al habla argentina como “podéme” o “tarúpido” (mezcla de tarado y estúpido) y destrucción de fonemas como por ejemplo “depre” y “porsu”.
Es la tilinguería de las mujeres de la clase alta o las que aspiran a serlo.


BELARMINA CUEIO.
Chica provinciana, empleada doméstica de la Niña Jovita. Algo mentirosa, torpe y a menudo reprendida por su patrona, que en ocasiones la castiga físicamente. Las obligaciones de casa y cuidar al loro son su ocupación. De ella nos dice Niní “surgió en mi mente en los años en que estuve viviendo en el interior”.


LA NIÑA JOVITA
Mantiene siempre su deseo de “casosiarse” con un caballero que enamore su corazón ingenuo de dama antigua. Niní la sacó de la observación de las amigas solteronas de su tía.


GLADYS MINERVA PEDANTONI
Es la alumna más estudiosa la clase. Desenfadada, vanidosa que obsequia regalos a sus maestras y es el blanco de las bromas de sus compañeros.


DOÑA CATERINA GAMBASTORTA DE LANGANUZZO
Abuela de Catita de 90 años, y a pesar de estar hace mucho en la Argentina conserva su acento italiano.


DON COSME
Un italiano de voz ronca, al que abandonó pronto por consejo de su fonoaudiólogo.


LUPE
Es una joven mexicana sufrida y enamorada de su esposo Margarito, borracho y haragán.


LA BELLA LOLI: Actriz de varieté pasada de moda.


GIOVANNINA REGADIERA: Recreación de una soprano italiana.


FRUELAIN FRIDA
Una alemana dueña de un larguísimo perro salchicha.


MINGO
El chico travieso del barrio. Es el hermano de Catita.


en “Mujeres argentinas” de Laura Linares (Editorial Alfaguara.)

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